Es bien conocida la creencia popular de que los niños en las clases de educación física tienen que hacer deporte e incluso se sustituye el nombre de la asignatura por "gimnasia". No siendo suficiente, esta es una de las materias menos valorada, sino la que menos. Es cierto que actualmente no tiene un enfoque intelectual, es cierto que es de las asignaturas que más disfrutan los niños y todo ello sumado al escaso conocimiento que tiene la mayoría de la gente sobre esta materia tan bonita e importante me llevan a aportar mi opinión sobre ella.
Yo soy maestro de Educación Primaria con Mención en Educación Física, y deporte es lo que menos trabajé en las horas prácticas de mis asignaturas en la facultad. En cambio, cuando las prácticas fueron en un colegio, los niños venían de haber jugado al fútbol y yo tenía que hacerles jugar al hockey (sí, unos papeles me obligaban, no había otra opción).
Según la OCDE, con datos de 2016, 1 de cada 10 niños padecen de sobrepeso (24% de las niñas y 26% de los niños). De la misma forma que en matemáticas te enseñan a realizar operaciones, y en lengua a leer, en educación física te deberían estar enseñando a cuidarte y a entender tu cuerpo; y por lo que reflejan esos datos, no lo estamos haciendo nada bien.
Aún podemos agradecer que está bastante extendido y de moda actualmente el hacer deporte, pero a su vez, por desgracia, no es más que eso, una moda. Es decir, no es un estilo de vida adquirido por el usuario.
Para mí, en las clases de Educación Física te deberían enseñar a conocer tu cuerpo y sus capacidades, saber cómo funciona por dentro y por fuera, concienciar de la importancia real que tiene la práctica frecuente de ejercicio físico, educar en una alimentación sana, y, además de todo esto, por supuesto, no se pueden dejar pasar todos aquellos temas que se relacionen o se hayan relacionado en algún momento de la historia con la actividad física: deportes, danzas, juegos tradicionales... Y todo esto, mediante juegos y siempre en movimiento a la vez que, por supuesto, se imparten clases más teóricas.
Puede sonar bien, pero por desgracia, con tan solo dos horas semanales de clases de educación física, no hay tiempo ni para cambiarse en el vestuario.

Totalmente de acuerdo contigo, la función que se le debería atribuir a la Educación Física dista muchísimo de la realidad que encontramos en los colegios. Siendo la diabetes tan peligrosa y a la vez tan extendida, no puedo entender la escasez de medidas aplicadas desde el sector educativo.
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